Finalmente me quedé sin subir este año al Turó, el año que viene será, pero eso sí, no me quedé sin dar pedales. Salí con mi cuñado Iván, que esta preparando el Camino de Santiago (y le queda aun mucho que preparar), decidí llevármelo a la Creu de Canet, pero le dimos un poquito mas de intensidad de lo habitual, de entrada pasamos de Can Draper para coger el camino que entra al Montnegre, 100 m más allá, que cuya dificultad con rampas del mas del 20% hacen del plato pequeño algo habitual, para terminar pasando por encima la montaña en vez de ladearla. Una vez bajada por el otro lado, nos fuimos para Olzinellas (otra vez por territorio platillo, con rampas del 20%) para llegar finalmente a ca l´Agustí, que rodeamos para coger un camino que nos dejaría en la pista forestal que nos llevaría hasta Sant Cebrià de Vallalta. Una vez cruzado el pueblo cogimos el camino que nos llevaría a la Creu de Canet, pero, sorpresa!!!!! a Ivan se le parte la cadena en plena subida con tan mala fortuna que se clava el manillar en el pecho, prediciéndole una fuerte contusión por lo que tras reparar la bici decidimos dar la vuelta. Paramos a desayunar en Sant Cebrià (muy bien de precio, por cierto) y cogemos la carretera para Sant Celoni y tardar lo menos posible en regresar a casa .
Una vez en Sant Celoni decidimos pasar por el pavellón haber como le ha ido a la gente del club que a subido al Turo. Y tras comentar la jugada nos dirigimos al 3j a realizar el tradicional vermut familiar con las mujeres y los niños.
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